Dicen que en la ciudad del amor todo es posible...y así es.
Los cuatro días que duró el viaje fue un sin parar. De aquí para allá, y sin parar de comer! Todo delicioso.
Estuvimos en el marcadillo más conocido, en un hotel de ensueño, restaurantes apetecibles y sobre todo desconocidos para los que no somos de París.
Y como no podía ser de otra manera vinimos con una maleta más que a la ida...
Galerías Lafayette fue nuestra perdición!! Y las tiendas de antigüedades, donde compramos mil abalorios, puntillas vintage, vestidos...hasta un velo de novia antiguo!!
Aquí os dejamos unas fotitos
Voila!!!
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